Este tubérculo de color verde y blanco, procedente de la zona del mar Mediterráneo, se consume en muchos hogares en forma de té. Se emplea para tratar enfermedades de muy diversos tipos: el anetol y la fenchona – que se encuentran en el hinojo, tienen efecto expectorante y por ello son adecuados para tratar síntomas del refriado, como la tos y la rinitis. La fenchona (aceite esencial) alivia también las molestias digestivas y los retortijones. A menudo, una taza de té de hinojo ayuda a reducir sensiblemente la sensación de pesadez tras las comidas. Sobre todo toleran muy bien el hinojo los niños pequeños y los bebés. El aceite de hinojo puede usarse para aplicar masajes abdominales, ayudando a aliviar las molestias gastro-intestinales. También el aroma del aceite de hinojo actúa equilibrando y fortaleciendo nuestra mente. A continuación te presentamos nuestra receta para elaborar una cremosa sopa de hinojo, que no sólo es buena para tu estómago, sino que también es rica en calcio, fortaleciendo tus huesos y dándote energía para afrontar el día.
Receta:
1 Hinojo (sólo el bulbo)
200 g de patatas peladas
2 cebollas
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 L de caldo de verduras
Pimienta, perejil deshidratado
Almendras picadas
- Cortar el hinojo en rodajas finas, trocear las cebollas en trocitos pequeños y cortar las patatas en forma de taquitos.
- Calentar el aceite en una olla y saltear la cebolla picada hasta que se dore. Añadir el caldo de verduras, el hinojo y las patatas en taquitos. Dejar hervir y poner a fuego lento durante unos 20 minutos con la tapa puesta.
- Triturarlo todo y sazonar al gusto con la pimienta y el perejil. Añadir al gusto la almendra picada.
