Si tienes intolerancia a la lactosa es importante que modifiques tus hábitos alimenticios. Pero no te preocupes, porque no es tan complicado como te imaginas. Aquí te dejamos algunos consejos relativos a la alimentación diaria cuando se es intolerante a la lactosa.
- ¿Pobre en lactosa o sin lactosa? Tú mismo podrás decidirlo
Es importante que consumas alimentos pobres en lactosa o directamente sin lactosa. ¿Piensas que esto es imposible en nuestra sociedad? No te preocupes. Es cierto que muchos productos contienen lactosa, pero con el tiempo te darás cuenta de que hay muchas alternativas para no consumir lactosa. Por ejemplo, en internet hay webs y blogs donde puedes encontrar recetas de platos libres de lactosa y también las puedes encontrar en libros de cocina.
Lo más importante es que cada persona con intolerancia a la lactosa tolera una determinada cantidad de la misma: algunas personas no toleran nada de lactosa y otras sólo pequeñas cantidades. Seguro que te darás cuenta de qué nivel de lactosa puedes tolerar y también qué productos no debes consumir.
- Preparados de lactasa: una pequeña ayuda en tu día a día
Imagina la siguiente situación: comida de negocios en un restaurante y en la carta no hay ni rastro de platos sin lactosa; o tu madre te ha preparado un pastel de chocolate por tu cumpleaños y no quieres tener que decirle que no te lo puedes comer. En estas situaciones, y en otras frecuentes en el día a día, te pueden ayudar los preparados de lactasa. Estos preparados contienen la enzima lactasa que el cuerpo no es capaz de producir, ayudando así a digerir adecuadamente la lactosa y haciendo que tu día a día sea más llevadero.
- Productos “sin lactosa”: no siempre la mejor alternativa
Suena interesante saber que los productos lácteos los hay en el supermercado también en la variante sin lactosa. Realmente la variedad de alimentos con la etiqueta “sin lactosa” aumenta continuamente, lo cual tiene su parte positiva. Pero debes tener en cuenta lo siguiente: hay productos que tienen la etiqueta “sin lactosa” y que, a pesar de ello, contienen pequeñas cantidades de la misma, por ejemplo la mantequilla o el queso curado. La elaboración de alimentos totalmente sin lactosa encarece de forma innecesaria el precio del producto, teniendo las correspondientes consecuencias para la cifra de negocios de la industria alimentaria.
- Alimentación en caso de intolerancia a la lactosa temporal
En caso de intolerancia a la lactosa temporal o secundaria, en primer lugar debe ser tratada la enfermedad causante de la misma (p. ej. enfermedad de Crohn, intestino irritable). Mientras tanto, deberías consumir productos sin lactosa. Poco a poco, y siempre con el consentimiento de tu médico, puedes volver a consumir alimentos con lactosa.
- Alimentación en caso de intolerancia a lactosa congénita
En el caso de bebés, es necesaria una actuación rápida para evitar la deshidratación y la desnutrición del niño. Deberá alimentarse al bebé con productos (como potitos, etc.) libres de lactosa y continuar con una dieta estricta con alimentos sin lactosa.
- Más consejos útiles
- Presta atención a la ingesta adecuada de calcio. Normalmente incorporamos calcio a nuestro cuerpo a través de los productos lácteos. Sin embargo, hay muchas frutas y verduras que contienen una cantidad suficiente de este nutriente. Además, tu médico puede prescribirte un suplemento alimenticio rico en calcio.
- ¿Qué tal contemplar otras sabrosas alternativas a la leche de vaca? Por ejemplo, la leche de soja y almendras o la leche de coco.
Algunos alimentos que contienen lactosa se toleran bien, aun teniendo intolerancia a la lactosa. A menudo estos alimentos contienen menos de 0.1 gramos de lactosa por cada 100 gramos. Por ejemplo los yogures naturales o también los quesos curados. Podrías probar, ya que no todo el mundo tolera la misma cantidad de azúcar de leche.
