¿Acabas de enterarte que eres intolerante a la lactosa? Quizás cuando vuelvas al supermercado te pares delante de una estantería y te preguntes qué es lo que puedes comer y sobre todo, cómo puedes reconocerlo. Para resolver este acertijo te será de ayuda tener en cuenta los siguientes consejos.
- Vistazo a la tarjeta de visita: la etiqueta
A la hora de ir a comprar deberías de fijarte meticulosamente en la etiqueta de los alimentos, ya que es la tarjeta de presentación del producto. En ella encuentras la siguiente información:
- Componentes – incluyendo los que pueden provocar alergia o intolerancia.
- Valor energético y nutricional.
- Fecha de caducidad.
- Lista de componentes
El azúcar de la leche no aparece en la lista de componentes solo bajo el nombre de lactosa. En el caso de encontrar cualquiera de los nombres abajo mencionados, debes valorar si te compensa o no comprar el producto. Ten en cuenta que en la primera posición está el componente que presenta mayor cantidad. Si al final de la lista figura cualquiera de los siguientes nombres, significa que –según tu grado de intolerancia- quizás toleres el producto.
Bajo estos nombres se refieren los fabricantes al azúcar de la leche:
- Azúcar de la leche
- Lactosa
- Lactosa monohidrato
- Leche
- Nata
- Leche en polvo
- Suero de leche o suero lácteo
- Manteca
Bajo estos otros nombres no se refieren al azúcar de la leche:
- Lactato
- Ácido láctico
- Lactalbúmina
- Lactobacilos
- ¿Paquete o porción?
Presta atención a la información que viene en la etiqueta: ¿la cantidad en gramos de lactosa es por porción o se refiere al paquete entero? Para saber la cantidad de lactosa por porción, divide la cantidad total de lactosa por los gramos del paquete y multiplica el resultado por los gramos de porción.
- Los componentes están sujetos a cambio
Muchos fabricantes modifican la composición de los alimentos que producen. Por eso merece la pena consultar de forma regular la lista de componentes de aquellas marcas que consumamos a menudo.
- La panadería, la carnicería y otros negocios
Hasta ahora, echar un vistazo a la lista de ingredientes en la panadería o en un bar gerenalmente no era posible. Sim embargo, desde el 13 de diciembre de 2014, en la UE se tienen que etiquetar obligatoriamente las sustancias alérgenas en los alimentos. En el caso de alimentos no empaquetados, la información sobre alérgenos tiene que estar disponible o por escrito o bien oralmente, lo cual facilita enormemente el ir de compras a personas que tienen intolerancia a la lactosa.